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Smart Fortwo en otro país, otra forma de vida

Nuestro compañero @donuses nos cuenta su experiencia conduciendo un Smart Fortwo en otro país, otra forma de vida. En Budapest durante la #Smarttimes2015

En primer lugar nos pondremos en antecedentes. Smarttimes, la tierra prometida de Smart. Normalmente siempre te aseguras asistiendo a Smarttimes lo siguiente:

-Verás cientos de smarts

-Conocerás gente de lo más variopinta

-Podrás entrar en un circuito de velocidad para conducir tu Smart

-Te cerrarán las calles de la ciudad para pasear tranquilamente por ellas….

¿Cómo negarse? Si además sumas la posibilidad de conocer otras culturas, gastronomías y formas de ver la vida… ¡teníamos que volver y repetir la experiencia tras la Smarttimes 2014 en Cascais!

El viaje empieza en Munich. Poco a poco vamos llegando los componentes de la expedición que veníamos en distintos aviones procedentes de varias partes de España. Comemos en el propio aeropuerto (soy un auténtico fan del turismo gastronómico) y nos vamos a recoger los coches.

Empezamos bien, ¿Qué cerveza elijo?
Empezamos bien, ¿Qué cerveza elijo?

Al llegar a Sixt a recoger los coches, la chica que nos atiende nos pregunta de dónde somos, y nos dice al conocer la respuesta:

” Lo mejor de España son las tapas y la siesta”…

¡Chica lista!

Cuando llegamos al parking de SIXT nos encontramos con estas 3 preciosidades rotuladas con los logos de la compañía y un slogan que nos gusta mucho: Feel the motion!

SIXT, SIXT, SIXT, THE NUMBER OF THE BEAST.
SIXT, SIXT, SIXT, THE NUMBER OF THE BEAST.

Estaban rodeados de MERCEDES Clase S, BMW serie 7 y hasta un Aston Martin. Por un segundo, al apretar el botón del mando, soñé con que el BMW SERIE 6 CABRIO que estaba en el parking encendía sus intermitentes… pero no fue así: somos smarteros y vamos a una concentración de SMARTS. No habría aceptado otro coche (lloro con mucha potencia mientras pienso en el serie 6 y mi escaso pelo al viento).

Comienza el viaje. En mi mente solo una palabra: AUTOBAHN, autopista sin límite de velocidad. No tener que mirar el velocímetro más que para ver la temperatura exterior. La panacea. La tierra prometida. El nirvana de la conducción. Siempre que no lleves un coche que no pasa de 150 km por hora….

El nuevo smart en autopista es otra historia: borrón y cuenta nueva. Se comporta como un coche de verdad, no da esa sensación de dirección flotante que tienen las versiones anteriores, como que en las curvas las ruedas delanteras fueran sobre agua y las traseras no. Todas apoyan perfectamente ofreciendo una sensación de seguridad que el 450 no daba y que se agradece muchísimo.

Yendo por autopista 2 personas en el Fortwo de 71 cv, el motor es a todas luces insuficiente: es un coche de ciudad y le cuesta un horror llegar a 120 km/h. Experimentamos varias veces que, al parar tras un camión u otro vehículo más lento que nosotros en el carril derecho, la incorporación al izquierdo para tratar de adelantar era tarea difícil, casi suicida. No dispones de potencia, ni reprís salvo que bajes a cuarta velocidad y veas el indicador balancearse alrededor de las 6000 rpm. De todos modos y sabiendo lo que llevas entre manos, la Autobahn se disfrutó, ¡vaya si se disfrutó!

smarttimes15 smarteros hungaroring fortwo
Circulando a todo gas con nuestro Smart Fortwo

El concepto autobahn es impensable en España. En Alemania podías ir por el carril izquierdo a 120 adelantando camiones, ver llegar por detrás un BMW a 250 km, y comprobar cómo tranquilamente bajaba la velocidad y esperaba que te apartases. No pitadas, no dar las largas, no adelantar por la derecha…. en resumen: RESPETO. Si eras tú quien ibas a 150 km con tu Smart y te encontrabas un Porsche a 130 km,  se apartaba tranquilamente. No intentaba acelerar ni complicarte la maniobra de adelantamiento. RESPETO y CIVISMO. Están a años luz de nosotros en ese sentido.

Pasamos a Austria, sin apenas darnos cuenta. Allí no hay peajes como los nuestros; si vas a usar la autopista te compras una pegatina que se pone en el cristal y vale menos de 10 euros y dura una semana. Si te para la policía sin ella te pueden poner una multa de 300 a 800 €. El sistema parece efectivo y te ahorras los puestos de peaje que generan costes y atascos innecesarios. La velocidad máxima es 130 km y según el tramo 100 km u 80 km. Lo realmente extraño es que las autobahn son peores carreteras: sin arcén y con un firme en peor estado, pero no hay limite de velocidad. Aquí…sí.

El coche que conducía montaba el nuevo cambio automático twinamic. No hay color con el que llevan las series anteriores. Cambia rápido y sin brusquedades. Si lo llevas en automático tiende a dejar que el coche se revolucione demasiado para paliar la falta de potencia del coche, pero en secuencial es una delicia. En ciudad el automático es todo un “must”.

En autopista probamos toda la tecnología que equipa el Smart Fortwo. La alerta por cambio de carril va muy bien, solo falla algo en zonas de obras porque las lineas están dibujadas cruzando carriles y le confunden. El radar de proximidad también va genial, y en un atasco nos ahorró un susto por despiste que podría haber complicado el viaje. Lo que sí nos pareció bastante peligroso es la frenada del coche a alta velocidad. El coche se mueve mucho a ambos lados, no sigue una trayectoria recta y las ruedas suenan como si se quedaran clavadas y no actuara el ESP chirriando. Lo del movimiento en frenada brusca ya lo tiene el F2 450, mi experiencia me lo ha demostrado ya alguna que otra vez.

Una cosa que nos extrañó en el viaje de ida es la cantidad de coches que llevaban plataformas con otros coches camino de Budapest. Muchísimos es MUCHÍSIMOS. Luego viendo el estado de los vehículos de Budapest supusimos que es el “desguace” de Alemania y Austria.

Por fin llegamos a Budapest. El GPS del coche va muy pero que muy bien. El software muy completo muestra muchísimos puntos de interés (entre ellos nuestro hotel), y recibe información del canal de tráfico sobre los atascos avisándote y ofreciéndote rutas alternativas. En mi opinión un extra que DEBE ir con el coche.

smart fortwo, otro país, otras costumbres smarttimes15

 

La primera impresión de Budapest y su tráfico es CAOS. Avenidas gigantes, muchos carriles, los coches van “a su bola”, cambios de carril sin dejar distancia… mientras conducía me venía a la cabeza el “WELCOME TO THE JUNGLE” de Guns and Roses. Es cuestión de hacerse a ello, ya dice el dicho: “allí donde fueras haz lo que vieras”. Y no me costó mucho acostumbrarme a los cambios de carril cerrando al personal.

Recuerdo un cambio de 2 carriles en la Plaza de los Héroes cerrando el paso a una limusina HUMMER que sería como 6 smarts seguidos y 2 de alto… ¡tolalmente ÉPICO!

Nadie llevaba cinturón de seguridad, todo el mundo habla por el movil mientras conduce. Algo muy chocante fueron los semáforos. A la hora de pasar de rojo a verde, se enciende la luz ámbar, con lo que se quedan las dos luces de arriba encendidas y luego pasa a verde.

El momento dos luces encendidas es una escena muy divertida: todos los conductores revolucionando motores y saliendo quemando rueda. ¡Era alucinante! La gente conducía como en el “Need For Speed”.

He visto recientemente “A todo Gas 5”, y la escena final, dejando a un lado que arrastraban una caja fuerte, me recordó totalmente a la conducción por Budapest.

El  parque de vehículos es muy viejo y lleno de parches. En contraposición vimos coches carísimos, todos ellos conducidos como auténticas bestias. Ferraris a tope por las avenidas, BMWs dando las curvas derrapando en plena ciudad, limusinas pasando con mucha frecuencia con gente de fiesta en su interior: ¡una locura! Incluso vimos un TESLA aparcado en una parada de taxis. Los taxistas pasando del tema y mañana ya no estará…. increíble.

Todo hay que decirlo: no tuvimos ningún incidente de conducción pese a las extrañas costumbres de conducción “budapestianas”… no como el muchacho…

NEED FOR SPEED BUDAPEST EDITION
NEED FOR SPEED BUDAPEST EDITION

Conducir por Budapest por la noche fue una experiencia increíble:  vayas por donde vayas hay algo que llama tu atención y está todo iluminado para que vayas con la boca abierta: ¡una maravilla!

Parlamento de Budapest de noche
Parlamento de Budapest de noche

Algo que me llamó la atención muy gratamente es que siempre que fuimos a algún sitio pudimos aparcar en la misma calle: llámalo efecto Smart Fortwo, llámalo suerte, pero el Smart para moverte por Budapest nos hizo mucho bien, y eso que éramos cientos de ellos pero había sitio para todos.

Al finalizar la Concentración de Smarttimes, regresando a Alemania nos encontramos muchísimos atascos, debidos a los problemas de inmigración ocasionados por el éxodo de Siria.  Nosotros perdimos el avión, pero el resto de la expedición pudo salir. Todos excepto la maleta de nuestro compañero Campos que llegó al aeropuerto con 20 minutos para subirse al avión. Esto nos dio la oportunidad de probar el maletero del Smart: cupieron perfectamente 3 maletas completas en el maletero y 2 mochilas más que llevábamos. Cupo todo en el coche.

¡Maleteraco del Smart Fortwo!
¡Maleteraco del Smart Fortwo!

Unas fotos para terminar mi relato. La comida base de Budapest es carne muy especiada y con mucha salsa. Comer es muy barato, como casi todo allí.

Hamburguesa supertocha en Budapest
Hamburguesa supertocha en Budapest
HAMBURGUESA Y SALCHICHAS
HAMBURGUESA Y SALCHICHAS

Y para despedir el relato, ¡¡foto con el más grande en Hungaroring!!

THE STIG
THE STIG

Mallorca con el nuevo Smart ForFour

¡Hola smarteros! Hace un par de semanas nuestro compañero @donuses estuvo en Mallorca y recorrió la isla con un Smart Forfour, cortesía de Sixt a quien agradecemos su colaboración para facilitarnos el vehículo. Os dejamos con la interesante experiencia de @donuses que probaba el vehículo por primera vez antes de nuestro viaje a Smarttimes 2015 Budapest.

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